15 May Huerto terápia en las residencias La Torreta
Aprendemos nosotros de ellos
En los jardines de las residencias para mayores de la Torreta en nuestros cuatro centros en Font d´en Fargues, Piera, Corbera y el Prat hemos implantado recientemente el novedoso jardín de los sentidos y huerto terapéutico, ideado por Karin Palmlöf, pionera en España en jardinería terapeútica.
Pero para explicar mejor este concepto, María, Guillermo y Teófilo residentes de nuestro centro en Eixample el Prat nos han querido dejar su testimonio.
¿Qué es lo que más os gusta del huerto terapéutico?
“Cada mañana me gusta mirar cómo están las plantas y ver si hay que recoger algunas hortalizas” nos dice María recordando que “hay que coger las lechugas y las acelgas porque ya están para cogerlas”.
María ha tenido huerto durante muchos años, nada menos que durante 28. Con esta actividad se siente útil y puede seguir haciendo lo que ella sabe y compartir sus conocimientos con el resto. “Ella nos da indicaciones a los demás porque sabe bastante” nos dice Guillermo.
A Teófilo le gusta todo lo que tiene que ver con el cuidado de las plantas, regarlas, mirarlas, cogerlas, olerlas… porque como el nos dice “me he criado en la huerta y me distrae mucho bajar al jardín”. Esto le ha permitido también romper su rutina y abrirse a gente nueva, uno de los objetivos del taller.
Guillermo se anima más cuando hablamos de cocina, reconoce que está aprendiendo en agricultura pero que lo que más le gusta es cocinar. Así nos explica que de todo lo que hace lo que él prefiere es recoger el alimento para llevarlo a preparar como la lechuga. “Nos ponemos guantes y vamos corriendo los tres a limpiarla y arreglarla para la ensalada”.
¿Qué sentidos experimentáis en el jardín?
En el jardín se trabajan sentidos como la vista, el tacto, el olfato…”la menta está preciosa y huele muy bien” nos dice María. También se revisa si los árboles frutales que hay necesitan algún cuidado ” hoy he visto que las hojas del granado están algo pegajosas, a lo mejor hay que sulfatarlas” advierte Guillermo tocando sus hojas. Además he visto una fresa pero roja, roja esta mañana y me daban ganas de cogerla y comérmela” aquí se trabaja el sentido del olfato y el gusto de una fresa recién cogida.
¿Qué idea nueva os gustaría hacer?
“Me gustan todas las actividades que se hacen en la residencia relacionadas con la cocina como las paellas, las calçotadas, las barbacoas. Por eso a mi me haría ilusión hacer un taller de cocina con lo que se recoja en el huerto”. Nos sugiere Guillermo.
“Conservas de tomate, podríamos hacer para todo el año” nos propone María.
“Podríamos plantar patatas que no tenemos” añade Teófilo.
Esta es la función de nuestro jardín y huerto terapéutico, hacer que los que lo cuidan, nuestros mayores, se sientan activos y motivados al hacer una actividad en el exterior del centro que cambia su estructura en el día a día. Trabajamos la memoria, las habilidades y destrezas físicas y fomentamos las relaciones de las personas del centro al estar en grupo.
Un taller que nutre a otros como el de la educadora social, dibujando las flores que recogen en el jardín, el taller de informática, buscando en internet qué producto poner a las hojas de los árboles frutales para sulfatarlos, o para futuros talleres como el de cocina que nos propone Guillermo cuando la situación nos lo permita.
Estamos muy contentos de que el jardín y huerto terapéutico haya sido tan bien acogido por nuestros residentes.
Este ha sido nuestro nuevo reto. Porque los retos siempre son positivos y mantenerse activo también!